domingo, 20 de abril de 2008

Cambio de Rumbo.

En el 2003 el Transnational Institute TNI planteaba que para lograr un cambio de rumbo en tratamiento del fenómeno del consumo de drogas, era necesario trabajar cuatro aspectos. Han pasado 5 años y las recomendaciónes siguen vigentes:

(1) Reducción del daño o del riesgo en el debate de la ONU. La ONU debe aceptar el concepto de la reducción del daño o del riesgo como una parte lógica del debate sobre política internacional en materia de drogas. Incluso las agencias de la ONU como la OMS, ONUSIDA y el PNUFID emplean el concepto de reducción del daño de manera habitual. Así pues, ya es hora de que cambie la situación en el ámbito de la ODC/PNUFID, la Comisión de Estupefacientes y la JIFE, los organismos que forman el eje del mecanismo de control de drogas de la ONU y que, hasta el momento, se han negado a usar estos términos al debatir las políticas.
(2) Mayor margen de maniobra para la oferta. La tendencia hacia políticas más pragmáticas sobre la demanda está ganando terreno. Sin embargo, durante la última década se ha endurecido el enfoque represivo en cuanto a la producción. Las convenciones de la ONU otorgan un limitado margen político con respecto a los cultivos relacionados con drogas. Las medidas tomadas para la reducción, además de resultar ineficaces, han causado grandes daños: han avivado conflictos internos, han extendido la corrupción y la violación de los derechos humanos, han destruido medios de vida y han degradado el medioambiente. La economía de las drogas se considera cada vez más un tema transversal para el que se deben ofrecer respuestas equilibradas que tengan en cuenta consideraciones políticas en los campos del desarrollo, los derechos humanos, la resolución y prevención de conflictos, etc. No obstante, para que la toma de decisiones sea equilibrada, hay que contar con cierto margen de maniobra.
(3) Mejoras en el clima del debate. Se debe mejorar urgentemente el clima del debate sobre drogas en el seno de la ONU. Durante décadas, los problemas surgidos a la hora de desarrollar un discurso común han conducido a la construcción de una torre de marfil: un entorno libre de presiones en el que se prohibe la entrada a ciertas ideas y ciertos términos para facilitar así el consenso. Hay que abrir las puertas a nuevos aires para mejorar la calidad del debate lo antes posible. Es necesario superar esa actitud temerosa e iniciar un debate imparcial, racional y basado en la evidencia.
(4) Revisión de las convenciones sobre control de drogas Debemos, verificar su eficacia, poner al descubierto sus puntos débiles y presentar propuestas con miras a encontrar otros métodos para formular y aplicar las políticas sobre drogas". Los países necesitan mayor libertad para experimentar y aplicar enfoques pragmáticos que la estipulada en las convenciones. El abismo entre la teoría y la práctica es cada vez mayor y, para acabar con él, habría que adaptar las convenciones a las necesidades de la política práctica, no al revés. En concreto, se podría empezar a trabajar en este sentido con la creación de un grupo consultivo especial integrado por varias entidades multilaterales: la Sección de Investigaciones del PNUFID, el equipo del Informe Mundial sobre Drogas de la ONU, la Comisión de Expertos de la OMS, la JIFE, el Grupo de Expertos de la CICAD y el OEDT. Un grupo de este tipo, respaldado por los procedimientos de consulta procedentes con investigadores, ONG, y representantes de usuarios y campesinos, ofrece un potencial tremendo. Podría desempeñar un inestimable papel a la hora de valorar la eficacia de las políticas actuales, así como analizar - partiendo de la evidencia y mediante el debate - el curso de las tendencias políticas. Asimismo, podría formular recomendaciones sobre los cambios que deben efectuarse en el marco de control de drogas actual.
- Drugs and Democracy - Transnational Institute. Virginia Montañés
El documento de debate del TNI es accesible en inglés y español en: http://www.tni.org/drugs/reports/debate6s.pdf

La Otra Reducción de Daños

La Otra Reducción del Daño consiste en:
a) que las organizaciones sociales y civiles, formales e informales, están llamadas a constituirse en los principales promotores del cambio social en los albores del presente siglo; b) que su participación impulsará la reconsideración y reconstrucción de los sistemas sociales, económicos, políticos y gubernamentales; c) que su injerencia se extenderá a todos los ámbitos de la vida social; d) que serán las pioneras en la inclusión de los diferentes actores sociales, no ya como beneficiarios, sino como colaboradores y corresponsables de los proyectos sociales; e) que adoptarán estructuras y lógicas de organización horizontales; f) que se constituirán como co-creadoras y enriquecedoras de los recursos (humanos, económicos, materiales, estructurales, de conocimiento, etc.) de las comunidades, y las comunidades, organizadas e incluyentes, serán, a su vez, gestoras y administradoras de los mismos; g) las organizaciones civiles y gubernamentales solamente pueden reducir los daños sí y sólo sí colaboran en la construcción de oportunidades integrales y diversificadas para todos, todos los integrantes de la población.

Tomado de “La otra reducción del daño” de Víctor Alejandro Polanco Frías en ViveConDrogas

Descriminalización y Reducción de Daño

¿Dosis Personal?
Varios países o regiones, incluyendo los Países Bajos, Australia del Sur y Alemania, han introducido la descriminalización de pequeñas cantidades de cannabis como estrategia de reducción de daños.

Las principales razones para la reforma de la ley plateaban:
• Una condena criminal por usar o cultivar pequeñas cantidades de marihuana en privado es una consecuencia que está desproporcionada con la gravedad del delito; deja con antecedentes a muchas personas que de otra forma nunca hubieran tenido un antecedente pero que serán afectadas de por vida por el estigma.
• La existencia de leyes sobre la marihuana causa más daño a los usuarios que las drogas mismas a través de las libertades civiles, multas y encarcelamiento.
• Las leyes existentes permiten la corrupción de las agencias encargadas de la aplicación de la ley.
• Un abordaje prohibicionista conduce a un aumento del uso y del precio de la sustancia prohibida y crea un mercado exento de controles, calidad, estándares y de información exacta.
Tomado de La RD una politica posible. Cesare Cattini. Arca de Noe. Pasto

jueves, 10 de abril de 2008

ALGO DE HISTORIA


Uno de los primeros catalizadores del surgimiento en el interés de la reducción de daños apareció en los años 80, con la difusión del SIDA asociado al uso compartido de material inyectable de drogas. En los años 20, en Inglaterra, un grupo de científicos que hacía parte del Comité Rolleston llegó a la conclusión de que en ciertos casos la prescripción médica de drogas podría ser necesaria para que los dependientes pudiesen llevar una vida productiva. Desde entonces opiáceos inyectables se han prescripto para los dependientes en Merseyside, centro de referencia en política de reducción de daños, ubicado en el área portuaria de Liverpool. En los Estados Unidos ya existen desde los años 60 programas en funcionamiento de prescripción de metadona. Pero fue solamente en 1984 que surgió el primer programa de intercambio de jeringas administrado por el Junky Union, una reconocida organización holandesa de consumidores de drogas. Desde entonces, se vienen desarrollando diversos proyectos de reducción de daños en varios países del mundo, y muchos ya adoptaron este modelo como política pública de drogas, como en Holanda, Dinamarca, España, Suiza, Australia, Nueva Zelanda y Canadá....
Con el capitalismo aparece el tráfico de drogas. En el siglo XVIII los ingleses fueron quizás los primeros “traficantes” de la historia – exportaron para China el opio producido en la India que entonces se encontraba bajo el yugo colonial. En esa época, los ingleses introdujeron en China, a través de la Compañía de las Indias, enormes cantidades de opio a bajo precio acabando con la pequeña producción agrícola local. Consiguieron aumentar enormemente el consumo hasta que el gobierno chino decidió intervenir, dando inicio a la conocida “guerra del opio”....

Junior refiriéndose a la proliferación del opio bajo el impulso del capitalismo-imperialista del siglo XVIII, cita dos factores para el consiguiente aumento del consumo de este producto, que puede extenderse a otros psicoactivos y hasta nuestra época: 1. industrialización de la medicina 2. el surgimiento de una clase que vive bajo pésimas condiciones, cuyos individuos se ven prácticamente obligados a usar algún tipo de droga para poder subsistir.

Totamdo de ENCUENTRO REGIONAL DE LA COMISIÓN MUNDIAL INDEPENDIENTE (CMI) www.mamacoca